El nacimiento del Museo de Arte de Lleida
Una de las iniciativas culturales y artísticas más importantes de la Lleida del primer tercio del siglo XX es la creación, en 1914, del Museo de Arte de Lleida. Diputación y Ayuntamiento impulsaron el museo con el firme propósito de que deviniera, en palabras de la época, “una institución popular que influyera notablemente en la conducta de nuestro pueblo”, en un momento de vitalidad cultural, lleno de acciones vertebradoras de la cultura.
El Museo de Arte de Lleida fue inaugurado en 1917 con unos fondos conformados, inicialmente, por las obras de los pensionados de la Diputación de Lleida, un número determinado de depósitos del Museo de Arte Moderno de Madrid y las donaciones del pintor Jaume Morera Galícia, a las que se uniría más tarde la donación de obras de Carlos de Haes, efectuada por el propio Morera en 1924. Este fue, de hecho, el motivo por el que el museo cambió de nombre y pasó a llamarse Museo de Arte Jaume Morera, en señal de agradecimiento al artista leridano, promotor y mecenas.
Museo de Arte Jaume Morera, un museo itinerante
El Museo, que, en ese periodo, tuvo dos sedes, el mercado de Sant Lluís (1917-1934) y el Antiguo Hospital de Santa Maria (1934-1939), desarrolló, con la colaboración de otras entidades cívicas como el Ateneo de Lleida, una decidida acción cultural a favor de la difusión de las artes y los artistas leridanos.
El estallido de la Guerra Civil supuso un punto de inflexión en la trayectoria histórica del Museo. Al finalizar el conflicto bélico inició un lamentable periodo de absoluta inactividad, que se prolongó cerca de cuarenta años y que marcó profundamente su futuro. Tanto es así que, casi hasta el momento de la recuperación de las instituciones democráticas, el Museo permaneció cerrado y sus colecciones, disgregadas entre distintos edificios de la ciudad. Solo pudo volver a abrir sus puertas, de nuevo en el antiguo Hospital de Santa Maria, en 1959, y por un periodo de 10 años, hasta 1969.
Más tarde, en 1975, fue trasladado al antiguo convento del Roser. Durante la década de los ochenta (la de la recuperación cívica y cultural que siguió a la llegada de la democracia) se produjo el resurgimiento de la institución como tal, y el Museo pasó a vincularse a la nueva realidad cultural a través de la reivindicación de las trayectorias de los principales artistas leridanos contemporáneos y de la inserción de la ciudad en los canales de exhibición del arte.
Un proyecto de sede definitiva
Con la promulgación de la Ley de Museos de finales de 1990, la Diputación de Lleida inició el traspaso de la titularidad del 50% del Museo al Ayuntamiento de Lleida, y, desde 1993, el Museo de Arte Jaume Morera es exclusivamente de titularidad municipal. Primero fue gestionado por un organismo autónomo; después, por el Instituto Municipal de Acción Cultural, y, finalmente, a partir de 2004, por el Ayuntamiento de Lleida.
En 2007, con motivo del proyecto de construcción de un Parador Nacional en el edificio del convento del Roser, el Museo se trasladó al edificio del antiguo Casino Principal, ubicado en la calle Mayor, en principio de forma provisional, a la espera de que se llevaran a cabo las obras de la que tenía que ser su nueva sede, junto al Centro de Arte La Panera.
Sin embargo, el proyecto de una nueva sede para el Museo se aplazó, y no fue hasta 2016, tras una audiencia pública impulsada por la plataforma Compromís pel Museu d’Art Jaume Morera, celebrada en 2012, cuando se dieron los primeros pasos para que el Morera tuviera una sede propia en el edificio de la Antigua Audiencia de Lleida, en la rambla de Ferran, 13. Las obras de rehabilitación y adecuación del inmueble se iniciaron en 2019.
Paralelamente a todos los cambios de sede, la actividad del Museo como altavoz de las creaciones modernas y contemporáneas siguió desarrollándose a través de la adquisición de obras de arte, la programación de exposiciones y actividades y el despliegue de programas educativos y de públicos.
El MORERA. Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Lleida
Iniciadas las obras de construcción de la sede del MORERA, en la rambla de Ferran, el Museo aprovechó para rehacer su imagen. En primer lugar, abandonó el nombre de Museo de Arte Jaume Morera para consolidar el nombre con el que es conocido popularmente, el MORERA, y añadirle una descripción adecuada, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Lleida. Y también cambió su imagen gráfica incorporando un logotipo, un nuevo grafismo y un nuevo portal web a través del cual se puede acceder a la colección con la plataforma Constelaciones. En 2022 presentó el Plan estratégico 2022-2025, que debe orientar todas las acciones del Museo en este periodo.
Finalmente, en 2024, con una colección de arte que supera las 5.000 piezas, el MORERA abre sus puertas en una sede ya rehabilitada, desde la que podrá desplegar todas sus funciones como centro de conservación, investigación y difusión patrimonial de las manifestaciones artísticas en la Lleida de los siglos XX y XXI y como centro de actividades culturales y artísticas que han de afianzar el papel de un vasto territorio, el de las tierras de Ponent, en la cultura del país.